En la primera fase de la puesta en marcha del aprendizaje cooperativo hay que trabajar dinámicas orientadas, en primer lugar, a la creación de grupo. No podemos dar por supuesto que las alumnas y alumnos que asisten a una clase constituyen ya, en esencia, un grupo. Comparten un mismo espacio y manejan los mismos materiales, pero es muy probable que no se conozcan realmente entre sí, que no sepan cuáles son los problemas, aficiones o dudas que cada una y cada uno tienen.
En el peor de los casos, es posible incluso que existan rivalidades, desconfianzas, prejuicios… Lo primero que necesitamos hacer, por tanto, es crear grupo para lo cual, al tiempo que se van abordando los contenidos curriculares de las diferentes áreas y materias, se pueden ir realizando actividades orientadas a lograr una cohesión cada vez mayor dentro del grupo. El objetivo de estas dinámicas sería: